Los vinos soñados de Begoña Jovellar empiezan a hablar en voz baja y con alma paciente

Con más de 25 años dedicados a la enología al más alto nivel, Begoña Jovellar ha dado un paso al frente con la creación de su proyecto más personal: Bodegas Jovellar. La reciente presentación oficial en Valencia de esta nueva firma vitivinícola sirvió no sólo para mostrar sus dos primeros vinos, sino también para reivindicar una manera de entender el vino basada en la paciencia, el respeto al origen y una obsesiva búsqueda de la excelencia (alimentada por una curiosidad inagotable).

Jovellar desarrolló gran parte de su carrera en Vega Sicilia, donde durante más de dos décadas participó en la elaboración de referencias icónicas como Único, Valbuena, Alión o Pintia. Su trayectoria incluye también el timón técnico de Bodega Otazu en Navarra y del Grupo Copaboca, además de presidir la Asociación Castellanoleonesa de Enólogos. En su nueva aventura cuenta con el apoyo incondicional de la familia Alonso Galindo (Copaboca), con Mario y Raquel Alonso al frente.

La primera añada lanzada al mercado es la de 2022. Desde el principio, el estilo de la bodega apuesta por vinos de larga crianza, elaborados con precisión y con vocación de evolución en botella. En Valencia se cataron las dos primeras referencias y Begoña sonreía inmensamente al hacerlo.

Begoña Jovellar Verdejo 2022 (D.O.P. Rueda) es un monovarietal procedente de un viñedo situado en Torrecilla de la Abadesa, a 700 metros de altitud. Criado en barricas de roble durante unos 10 meses y afinado más de un año en botella. Se muestra profundo en nariz, con aromas de fruta de hueso y un punto tropical maduro. Aparecen también notas de monte mentolado, laurel, hinojo y sutiles mieles cítricas. La crianza se evidencia con elegantes ceras, toques dulces tostados y mantequilla irlandesa salada. Fondo ahumado y avellanado. En boca destaca su volumen y textura, gracias a sus lías grasas, con buena acidez y roble especiado que roza lo volcánico. Excelente gestión de los amargos, entre el albedo y el café verde. Un vino complejo y con gran potencial.

Begoña Jovellar 3er Año 2022 (D.O.P. Ribera del Duero) es un 100% Tempranillo de Sotillo de la Ribera, a 850-900 metros de altitud. Crianza de 12 meses en barrica y posterior paso por fudres, con afinamiento en botella desde mayo de 2024. Puro estilo Jovellar. En cata resulta elegante, con aromas de fruta roja y negra madura, laurel, cacao y rosa macerada. Se suman notas minerales de turba, regaliz y especias como la nuez moscada. En boca, sabroso y estructurado, especiado, con tanino de té rojo y piedra seca que promete pulirse en botella. Un tinto serio, con largo recorrido.

El futuro de la bodega augura emociones fuertes. En 2027 llegarán el esperado Begoña Jovellar 5º Año 2022 y un Tempranillo Blanco Gran Reserva 2022 (D.O.Ca. Rioja), el primero de su tipo, con 7.000 botellas procedentes de una histórica parcela en Calahorra. A ellos se sumará un tinto del Arlanza con crianza prolongada (24 meses de roble) y que saldrá al mercado (misma añada, 2022) en tres años consecutivos 2026, 2027 y 2028, incrementando, progresivamente, el efecto de la botella sobre el tinto.

El sello Jovellar ha llegado para quedarse. Y lo ha hecho con vinos que hablan en voz baja. Un proyecto de silenciosa, íntima y serena ambición.