Señales positivas, a pesar de todo
Cuando no es por una cosa es por otra, el caso es que el sector no consigue tener un mes en el que no haya algo que genere una inestabilidad anímica que está poniendo en peligro la propia autoestima de unos viticultores y bodegueros que se preguntan cuándo y cómo saldrán de la situación de desesperación en la que se encuentran.
Por favor INICIA SESIÓN para ver este contenido completo.










