El primer vino que no se puede beber por falta de agua

Familia Gil emprendió durante el pasado mes de abril (el mes de la Tierra) una interesante campaña de comunicación. Esta implicó lanzar una edición limitada de Sequía, el primer vino que no se puede beber por falta de agua. Es la primera botella a la que le falta tanto vino, como viñas, recursos naturales, puestos de trabajo, cultura, oportunidades...

Una magnífica iniciativa para dar visibilidad a los impactos del clima en el sector vitivinícola y, de paso, denunciar la inacción frente a la escasez de agua, los fenómenos meteorológicos adversos y la actualidad internacional poco halagüeña.

No obstante, esta campaña incluye una chispa de optimismo, pues Sequía es también el primer vino que nos invita a dejar de ver la botella medio vacía (que es como se presenta), pues la actual situación negativa puede revertirse si cada uno de nosotros dedica #unaGotadetuTiempo, apoyando a nuestra vitivinicultura, comprando vinos de nuestros territorios y protegiendo el medioambiente.